CRÓNICAS: Gaza

CRÓNICAS: Gaza

Por: Lucía P. de García

Toronto.- Decir Gaza es hablar de conflictos, sufrimiento, incluso de Dios, lo cual vuelve muy sensible al tema que inició en tiempos bíblicos, cuando Abraham recibió la promesa divina de ser padre de una gran nación a través de sus dos hijos: Ismael, de quien descienden los ismaelitas; Isaac, de quien descienden los israelitas. 

El Reino de Israel que presidió el rey David, desapareció tras la conquista de los imperios Asirio, Egipcio, Babilonio, Persa y Romano. Durante los 4 siglos de presencia romana surgieron judaísmo y cristianismo. Éste se impuso con el Imperio Bizantino.

En el año 610 el profeta Mahoma y sus seguidores iniciaron la difusión del Islam por la península arábiga. El Imperio Bizantino terminó después de que los musulmanes tomaran Jerusalén en el año 638. En la ciudad santa Mahoma ascendió al cielo, por tal razón los musulmanes oraban con dirección a Jerusalén; hoy lo hacen dirigiéndose hacia La Meca, en Arabia Saudita. 

Las Cruzadas papales contra los musulmanes, para recuperar los lugares donde vivió Jesús, se dieron entre fines del siglo XI y XIII con apoyo europeo. La victoria de la Primera en 1099 dio nacimiento al Reino Latino de Jerusalén. Por un instante de 200 años, en Tierra Santa convivieron cual hermanos musulmanes, judíos y cristianos. 

Tras la presencia turca en 1187, en 1299 se impuso el Imperio Otomano durante 7 siglos en Cercano Oriente, Asia Occidental, noreste de África. Por el significado religioso, a Jerusalén se nombró Unidad Administrativa, con subdistritos y localidades.

En 1882, autoridades otomanas ordenaron a los gobernadores de Jerusalén y Haifa prohibir el ingreso a judíos. Muy tarde. Diplomáticos ingleses ya les habían ayudado a entrar a Palestina y adquirir tierras, así frenaban la presencia de Francia. 

El siglo XX encontró una Palestina con judíos prósperos, mientras en ciertos lugares de Rusia y Europa se les perseguía. Theodore Herzl, líder sionista, promovió Palestina como hogar judío, y el VII Congreso Sionista de 1905 lo aprobó como única opción. 

Durante la Primera Guerra Mundial (1914-1918) el Imperio Británico derrotó al Imperio Otomano. A los árabes que intentaban liberarse de los otomanos, les ofreció  reconocer su independencia y conservar sus territorios según su 93% de población. A los judíos, que tenían una población de 7% les ofreció “un hogar en Palestina”. Nada cumplió. En 1916 los británicos se repartieron con Francia los territorios otomanos. 

La Sociedad de las Naciones (hoy ONU), en 1920 otorgó a los británicos el Mandato sobre Palestina con los límites fronterizos siguientes: frente al mar Mediterráneo, una amplia zona que limitaba al norte con Siria y Libia, que pasaron al Mandato de Francia; al este Transjordania; al sur Egipto. La frontera fue cambiando. 

Tras la Segunda Guerra Mundial (1939-1945) cuya devastación incluyó el horror del Holocausto judío, la ONU planteó la división de Palestina en dos Estados, uno árabe y otro judío. Al centro y bajo control internacional, un área que incluía Jerusalén y Belén. 

Gran Bretaña abandonó Palestina en 1948, dejando por herencia un grave conflicto. Ben-Gurión, líder sionista, organizó el cuerpo armado Haganá, base del ejército israelí, y la inmigración de sobrevivientes del Holocausto y más judíos a Palestina, donde fundó el Estado de Israel. Sus bombardeos forzaron la huida de palestinos hacia la Franja de Gaza, a orillas del Mediterráneo. Atravesando Gaza, Egipto atacó Israel, y aunque perdió la batalla conservó la Franja hasta 1967, cuando estalló la Guerra de los Seis Días entre Israel, Egipto, Jordania y Siria.

Previamente, en 1958, para recuperar el Estado Palestino, Yasser Arafat había creado el grupo militar Fatah y la Organización para la Liberación de Palestina (OLP). Luego de la Guerra citada, Gaza quedó bajo ocupación israelí. En la década de 1980 surgió el grupo militar islamista Hamás, para luchar por igual fin, un Estado Palestino. 

El 13 de septiembre de 1993, el ex presidente estadounidense Bill Clinton logró que, tras una larga serie de negociaciones en búsqueda de una solución permanente al conflicto árabe-israelí, en la capital de Noruega Yasser Arafat, en representación de OLP, e Isaac Rabin, Primer Ministro de Israel, firmaran los Acuerdos de Oslo, que implican la creación de dos Estados. Hamás los rechazó. Se dice que así nació una rivalidad irreconciliable entre los dos grupos, agudizada porque Estados Unidos, Unión Europea y otros países llamaron a Fatah partido político, a Hamás grupo terrorista. 

En 2005, los ataques de Hamás forzaron la retirada israelí. Al año, Fatah y Hamás compitieron para elegir legislatura y presidente, ganó Hamás. Tras 2 años de combate entre las dos milicias, Hamás asumió el control de Gaza. La ONU, otras entidades internacionales y Estados Unidos, sólo reconocieron la ocupación de Israel, que en 2007 cerró las fronteras de la Franja de Gaza (por entonces tenía dos millones de habitantes), e impuso un bloqueo aéreo, terrestre y marítimo sobre ese territorio donde las guerras lo han ido reduciendo, por lo que la Franja de Gaza hoy tiene 41 kilómetros de largo, 10 kilómetros de ancho, y está totalmente rodeada por Israel.

El bloqueo ha limitado la circulación dentro y fuera de Gaza; ni los pescadores han podido salir a pescar. Falta agua, alimentos, salud, sanidad, educación, combustible, electricidad, todo lo básico y mucho más. Pese a ello, el 95% de los niños han estado estudiando hasta el bachillerato. Jóvenes graduados en la prestigiosa Universidad Islámica de Gaza que conseguían becas no han podido viajar ni encontrar empleo. En estos años, el martirio ha causado a la población depresión y altos índices de estrés. 

La ayuda internacional ha tratado de llegar en 2010, 2011, 2016, 2018, pero Israel lo ha impedido indicando que podrían ingresar armas. Hoy, organizaciones de derechos humanos, oenegés, ONU indican que el bloqueo castiga a todos los gazatíes, viola las Convenciones de la Haya y de Ginebra, y, según el derecho internacional, es ilegal.

El 7 de octubre 2023 Hamás ingresó a territorio israelí por aire, mar y tierra. A la sorpresa se unió el terror: durante aquel día mató a miles de soldados y civiles, hirió a 2.200 y secuestró a 251 entre israelíes y extranjeros, a quienes llevó a Gaza. Israel atacó la Franja enseguida, dejando 300 palestinos fallecidos, decenas de heridos. En los siguientes meses Hamás liberó a 116 rehenes, 100 seguirían secuestrados. 

Desde entonces, la guerra es cada vez más cruel. Hamás, que gobierna la Franja de Gaza, está alejado de la Autoridad Nacional Palestina que gobierna Cisjordania. Israel, gobernado por Benjamín Netanyahu con respaldo de Estados Unidos, aplica ataques tan devastadores sobre Gaza que los países con los cuales firmó los Acuerdos de Abraham en 2020, Emiratos Árabes Unidos, Baréin, Sudán y Marruecos expresan sus reparos. La ONU, organizaciones de derechos humanos y ciudadanos del mundo claman por el fin de los ataques israelíes que pulverizan la Franja de Gaza, impiden la llegada de ayuda internacional, provocan hambruna deliberada y hacen que se califique esta realidad como genocidio. 

En el presente, tres flotillas han tratado infructuosamente de llegar a Gaza. La última, Global Sumud Flotilla (GSF) compuesta por 60 barcos bajo un mismo mando y 300 personas por barco, entre ellos médicos, artistas, juristas, periodistas y gente de distintas nacionalidades, partieron hacia Gaza el 31 de agosto con suministros humanitarios. Noticias de la semana anterior cuentan que han sido atacados por drones, uno que produjo un incendio en la embarcación donde viajaba la activista ambiental sueca Greta Thunberg, fue apagado a tiempo. 

El último viernes, 12 de septiembre, la Asamblea General de la ONU adoptó una Resolución en respaldo a la “Declaración de Nueva York”, que impulsa la solución del conflicto árabe-israelí mediante dos Estados: Palestina e Israel. Alto al fuego inmediato en Gaza y liberación de todos los rehenes. Condena los ataques de Hamás en 2023, pide su desarme y su exclusión del gobierno en favor de la Autoridad Palestina. La votación fue contundente: 142 a favor, 10 en contra, 12 abstenciones. Todos los Estados Árabes apoyaron la Resolución.   

El Consejo de Seguridad de la ONU propone una misión internacional temporal de estabilización para el establecimiento de un Estado Palestino viable y soberano. Normalización de relaciones entre Israel y los Estados Árabes y el establecimiento de garantías de seguridad colectivas, incluido Israel. La votación es un anticipo a la Cumbre convocada por Francia y Arabia Saudita el 22 de septiembre en Nueva York. Varios países han prometido que acudirán para reconocer al Estado Palestino.

Desde tiempos bíblicos, Abraham confía que sus descendientes le conviertan en el Padre de la Gran Nación prometida por Dios, el mismo Dios de paz, misericordia y amor que invocamos islamistas, judíos y cristianos…

.