LA GRAZIA. Italia, 2025. Un film escrito y dirigido por Paolo Sorrentino. 131 minutos
LA GRAZIA. Italia, 2025. Un film escrito y dirigido por Paolo Sorrentino. 131 minutos

Por Jorge Gutman
LA GRAZIA. Italia, 2025. Un film escrito y dirigido por Paolo Sorrentino. 131 minutos
En su décimo film La Grazia el destacado director italiano Paolo Sorrentino brinda un remarcable retrato ficcional de un maduro estadista enfrentando varios problemas vinculados con sus aferradas convicciones morales.
En un guión que le pertenece Sorrentino presenta al presidente italiano Mariano De Santis (Toni Servillo), un antiguo magistrado de edad madura y autor de un tratado de derecho penal que ahora se encuentra en los últimos meses de su gestión.
Aunque en Italia como democracia parlamentaria la figura presidencial es más bien protocolar, lo cierto es que De Santis debe resolver tres importantes legajos que atañen a su oficio. Uno de los mismos está vinculado con la refrenda de una ley que legaliza la eutanasia, a la que él tiene grandes dudas al respecto; los otros dos casos están vinculados con el indulto o bien (como lo anuncia el título del film) conceder la gracia a dos personas en prisión por haber matado a sus respectivas parejas por motivos complejos de analizar.
De naturaleza afable y buen modo en el trato con las personas (otra acepción de “gracia”), De Santis es bien respetado en el ejercicio de sus funciones por la gente que lo rodea. En su trabajo cuenta con la asistencia de su abogada hija Dorotea (Anna Ferzetti) y en su relación más personal mantiene un satisfactorio vínculo con el Papa (Rufin Doh Zeyenouin), que es un buen interlocutor y consejero.
Si bien en principio nada haría presumir que algo aflija o preocupe enormemente a su persona, internamente De Santis deja entrever que no se encuentra totalmente satisfecho; en tal sentido, este hombre viudo desea entablar un vínculo más cercano tanto con su hija como con su hijo que se halla en Canadá, a la vez que habiendo querido a su difunta mujer, extraña su ausencia a pesar de que cree que ella le ha sido infiel.
La película se valoriza por dos motivos principales. Uno de ellos es la magistral composición de Toni Servillo transmitiendo la nobleza y humanidad del personaje protagónico; en su caracterización, el actor trasunta fielmente la tristeza y soledad de un individuo que a pesar de haber brindado lo mejor de sí mismo hacia terceros, en el crepúsculo de su existencia cree no haber logrado ese estado de gracia (tercera acepción del término) capaz de satisfacerlo. Sin duda alguna, habiendo trabajado en varias de las películas de Sorrentino, existe entre ambos una indiscutible comunicación artística que permite vigorizar el relato del director.
El otro factor que gravita favorablemente es la depurada realización de Sorrentino. Lejos de la grandilocuencia y ciertos excesos que nutren a algunos de los títulos de su filmografía, en este caso el cineasta adopta un tono íntimo denotando la contradicción humana de un individuo que siendo inobjetable y apreciado en su relevante cargo enfrentando delicadas situaciones éticas y morales, no obstante experimenta una considerable fragilidad en su vida personal.
En esencia, este sobrio, íntimo y reflexivo drama político no exento de melancolía constituye un muy buen aporte del maduro cineasta a la cinematografía italiana.
THE TALE OF SILYAN. Macedonia del Norte- Estados Unidos, 2025. Un documental de Tamara Kotevska. 81 minutos.

Nikola Conev y la cigüeña en THE TALE OF SILYAN
La realizadora macedonia Tamara Kotevska gratamente impresionó en 2019 con su notable documental Honeyland nominado al Oscar, centrando su atención en una apicultora de la zona montañosa de Macedonia del Norte. En su reciente documental The Tale of Silyan ambientado en el pequeño pueblo de Češinovo vuelve a considerar la vida rural de este país a través de una familia de agricultores; la misma está liderada por el sexagenario Nikola Conev, un hombre muy activo que con la colaboración de su mujer Jana, su hija Ana y yerno Aleksandar, se ocupa de las tareas que implica la explotación de la tierra.
La excelente narración del documental permite que el espectador se imponga de los problemas que atraviesan los granjeros de esta zona. Si bien la abundante cosecha en principio es un factor positivo que alegra la existencia de los aldeanos, la política gubernamental implantando bajos precios de venta genera que el mercado agrícola no llegue a compensar los costos insumidos por los agricultores; es así que resulta lamentable comprobar cómo ellos en una masiva manifestación de protesta utilizan sus tractores para aplastar toneladas de papas, sandías, pimientos y otros productos que quedan destrozados en el pavimento.
La dificultosa situación motiva a que Aleksandar y Ana con su hijita decidan emigrar a Alemania en procura de un porvenir más alentador; eso induce a Jana a acompañarlos a fin de poder cuidar de la nietita; en consecuencia, quedando solo el granjero la solución al problema, al igual que el resto de la comunidad agrícola, sería la de vender la tierra que ha definido su vida durante 45 años de intenso trabajo y que ahora está empleado en un vertedero ocupándose de conducir tractores y excavadoras.
La experiencia de Nikola con su ausente hijo se asemeja a la de un cuento del siglo XVII proveniente de la cultura folclórica de Macedonia; en esa fábula un padre ofuscado porque su hijo Silyan desea abandonar el campo, lo castiga mediante un hechizo convirtiéndolo en cigüeña y condenándolo a migrar eternamente. Precisamente estas aves constituyen una permanente presencia en esta región, siendo su población la más abundante de Europa y cuya alimentación en parte se nutre con los desechos esparcidos en el asfalto.
La parte más emotiva del documental se produce cuando una cigüeña -eufemísticamente denominada Silyan- sufre una herida en su ala que le impide volar; al ser recogida por Nikola, a la manera de un padre que quiere a sus hijos, vuelca sus esfuerzos por sanarla. De algún modo, el generoso acto de compasión del granjero y el fuerte lazo de amor con el ave le provee incentivo para no desear abandonar la región, prevaleciendo así la esperanza de superar los difíciles momentos atravesados.
A través de una genuina descripción reflejando los altibajos experimentados en la vida rural de la aldea que se halla inmersa en la modernización del país, Kotevska y su editor Martin Ivanov obtienen un poético documental impecablemente estructurado que se encuentra realzado por la remarcable fotografía de Jean Dakar captando en su completa magnificencia los movimientos de las imponentes cigüeñas.
ON VOUS CROIT. Bélgica, 2025. Un film escrito y dirigido por Charlotte Devillers y Arnaud Dufeys. 78 minutos

Ulysse Goffin, Miriam Akheddiou y Adèle Pinckaers ON VOUS CROIT
Un vibrante drama es expuesto en On vous croit, la ópera prima de la directora francesa Charlotte Devillers y el realizador belga Arnaud Dufeys.
Aunque el tema ya ha sido considerado por el cine en varias ocasiones es su trascendencia lo que interesa, sobre todo cuando es narrado con remarcable precisión en escuetos 78 minutos que mantienen permanentemente la completa atención del espectador.
El film gira en torno de una pareja divorciada que disputa la custodia de los hijos. En un breve comienzo se ve a Alice (Miriam Akheddiou) una madre acompañada de su hija adolescente Lila (Adèle Pinckaers) y su hijo Etienne (Ulysse Goffin) de 11 años dirigiéndose al juzgado donde tendrá lugar una audiencia judicial, no obstante que el niño un tanto violento rehúsa asistir porque no quiere ver a su padre. A todo ello, la demanda judicial se ha originado porque el padre Gossens (Laurent Capelluto) quiere tener contacto con los chicos después de dos años de alejamiento en que se ha producido el divorcio.
La tensión lentamente comienza en la antesala de la audiencia donde la madre y los hijos se encuentran sentados separadamente del lugar donde también se encuentra Gossens con el mismo propósito; allí el niño huye precipitadamente al baño para no ver a su progenitor. Una vez comenzada la sesión presidida por la jueza (Natali Broods) con la asistencia de un especializado asesor y la presencia de los abogados respectivos de la pareja se escuchan los alegatos de Alice que acusa a su ex cónyuge de haber sido objeto de violencia conyugal y por ello no desea que entre en contacto con sus hijos; ese hecho se ratifica en los testimonios de Lila y Etienne expresando igualmente su deseo de no mantener contacto alguno con Gossens. Contraponiendo a lo manifestado por Alice y sus primogénitos, se lo ve al padre con la apariencia de un hombre centrado y razonable que además de negar las acusaciones sostiene que su ex esposa ha influido en sus vástagos para ofrecerles la visión de que él es una persona indeseable.
Sin entrar en detalles adicionales sobre la prosecución de la audiencia, lo concreto es que la jueza al dictar su veredicto debe considerar qué es lo que resulta más conveniente para el bienestar de Lila y su hermano.
La excelente dirección del dúo Devillers y Duleys, la estupenda actuación de su elenco y el guión magníficamente concebido brinda la sensación de que en lugar de un relato de ficción se asiste a un documental debido a la realidad que lo nutre, donde el espectador es uno más presenciando este intrigante y cautivante drama judicial. En esencia, On vous croit ratifica el notable nivel de calidad de la cinematografía belga.

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