Golpe a los ancianos también en México

Golpe a los ancianos también en México

Lo esperado comenzó a pasar en México, infecciones en hogares de ancianos.

Brote en dos asilos, decenas de contagios y una muerte

CIUDAD DE MEXICO, 10 MAYO – La pandemia de coronavirus llegó a las casas de ancianos en México, como se temía y como ya ocurrió en otros países, registrando hasta ahora decenas de contagio y una muerte.
Sin embargo, crece la preocupación porque se propague a otros lugares dedicados al cuidado de personas mayores.
El jueves, se denunció que una persona murió y 18 dieron positivo (9 de ellos residentes) por Covid-19 en el Centro Asistencial Residencia del Anciano, Casa del Árbol, perteneciente al Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia, un organismo gubernamental.
El contagio masivo en este lugar, habitado por 68 ancianos, ocurrió pese a los filtros de seguridad dispuestos por las autoridades desde el inicio de la emergencia sanitaria, que incluyeron la prohibición de visitas familiares.
Desde hace una semana, varios residentes empezaron a presentar síntomas, principalmente fiebre de 38 a 39 grados, y dejaron de comer, y un día después personal sanitario acudió a tomar pruebas a 11 ancianos.
“La directora manejó que era un solo contagio, pero nosotros no lo creímos, porque estábamos viendo que la situación se estaba acrecentando y que cada día había más abuelos con fiebre”, dijo un empleado.
La Secretaría de Salud del estado precisó que fueron 10 los residentes que dieron positivo a Covid-19, de los cuales uno falleció y se contabilizan otros nueve trabajadores que dieron positivo, quienes fueron aislados.
En otro centro de cuidado para personas mayores, en el municipio de Guadalupe, estado norteño de Nuevo León, 66 personas, entre ellas 47 residentes (de un total de 98), de edad promedio superior a los 80 años, dieron positivo y cinco de ellos se encuentran graves.
Al menos 19 empleados (de 48 que laboran en esta instalación) resultaron contagiados, por una cocinera que acudía a laborar cada tercer día, y se encuentran en aislamiento.
“Lo que se ha descrito en los diferentes países que han tenido brotes en asilos es que pueden fallecer la gran mayoría de los pacientes”, alertó el secretario de Salud de Nuevo León, Manuel de la O, en conferencia de prensa.
Todos los infectados se encuentran “estables” pero cinco se encuentran hospitalizados, según el funcionario.
El director médico de la Casa de Retiro Luis Elizondo, Fernando Coindreau, dijo que el sábado empezaron a notar los primeros síntomas en algunos abuelos y unos días más tarde empezaron a realizar las pruebas.
En Europa, la pandemia ha causado grandes estragos en los asilos de ancianos, que contabilizan la mitad de los decesos de Covid-19.
En México, por lo general los ancianos son cuidados por sus propios hijos y nietos en casa, pero a medida que ha envejecido la población y las familias se han vuelto menos numerosas, crece la demanda de centros de cuidado gerontológico.
En el país hay 15.4 millones de personas mayores de 60 años (12% de la población nacional), según la Encuesta Nacional de la Dinámica Demográfica 2018, del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).
El 48% 47 reside en hogares nucleares, 40% en hogares ampliados y 11% viven solas y sólo el 0,9% pasan sus días en “instituciones de cuidados prolongados” o “casas de reposo”.
Sin embargo, expertos hacen notar que “las casas de reposo en México no están completamente reguladas por el Estado” y “carecen de instalaciones adecuadas, de personal capacitado y de los servicios de un geriatra y un gerontólogo”.
Verónica Montes de Oca, del Instituto de Investigaciones Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), coordinadora del Seminario Universitario Interdisciplinario sobre Envejecimiento y Vejez, señala que hay asilos para personas muy pobres, pero también para personas de clase media y para ricos.
“En los primeros, las condiciones de vida pueden ser terribles, pero, con todo y que desde hace tiempo se le ha pedido al Estado que intervenga para regularlas, éste no ha hecho gran cosa”, afirmó. La especialista señaló que el Estado debe regularlas “cuanto antes” y “supervisarlas continuamente” para proteger a sus residentes.